sábado, 19 de mayo de 2012

Ella... Esa



ELLA... ESA


Ella… Sí, esa, de la que nos visita sin avisarnos, me refiero. La que generalmente nunca se anuncia y cuando se invita a casa lo hace en voz tan baja que nunca, casi nunca, la escuchamos. Hace algunos años ella estaba bien lejos de aquí. Se le avistaba muy distante, lejana, oculta... Camuflada, escondida, siempre lista para dar su zarpazo feroz.
Ahora se aproxima silenciosamente, nos respira en la nuca, con un aliento cada vez más fuerte y frío, nos balbucea cosas, nos grita ciertas verdades que no queremos escuchar (o que por el momento no deseamos atender).

De ella, de esa estoy hablando, de la que viste trajes sin luces, la de las prendas monocromas, envuelta en la opacidad de la soledad y el silencio. Ella… esa, estaba lejos, muy lejos cuando de Ella (esa) nos acompaña, nos persigue, nos obsesiona. Es nuestra eterna compañera y no podemos escapar a ella aunque lo anhelemos con ansias.
 la muerte
Ella llegó a casa sin tocar la puerta hace unos días, pasó sin que la invitemos y por más que trancamos la puerta con todas nuestras fuerzas entró, se deslizó por el pasillo, ingresó al dormitorio y se llevó parte de nosotros, se llevó un ala de ángel que nos impide volar (aunque sólo por el momento)

Normalmente no pensamos en ella… en esa. Pero no sólo es indispensable aceptarla y asumirla, sino aprender a vivir con ella y tenerla siempre presente. Mucho se ha escrito y creado en torno a ella. Cosas como que hay que vivir la vida como si fuera el último día de nuestra existencia porque no sabemos lo que nos puede pasar mañana. Eso es bastante cierto y también hay que tenerlo en cuenta. Pero creo que hay algo que nos afecta más que la propia despedida y es la situación en que quedan nuestros seres más queridos.
la muerte
Hay un siguiente nivel a tener presente y que constituye esencial. Y es la imperiosa necesidad de aceptarla para tener la calma necesaria y continuar dando pasos firmes como productivos en la vida. Esto nos permitirá aceptar que muchas de nuestras personas más queridas se irán algún día como consecuencia natural del paso de los años, y otras sin esperarlo. Pero no es sólo eso, cada día que vivimos algo se muere alrededor de nosotros. Uno mira atrás y piensa en todo lo que hemos perdido o hemos renunciado por alguna razón. En cierto sentido parece haber muerto algo, parecen haber muerto muchas cosas, pero no es tan así, se han distanciado.
Quien no viva todas esas pérdidas de cerca, quien crea vivir en un mundo imaginario a su alrededor sin tener presente la muerte como algo esencial en nuestras vidas, jamás alcanzará la plenitud como persona y su felicidad será tan inestable como ficticia.
Uno de los grandes problemas que siempre he visualizado y que, lamentablemente, no he podido interiorizar todavía, es lo referido a aprender a esperar lo inesperado; a resistir y aceptar el mundo tal como es y no como nos gustaría que fuera.Siempre espero que el mañana sea distinto, que la angustia se marche por la puerta del fondo y que el miedo a las despedidas se transforme en una actitud más intensa de vivir.
Pero ella… esa, también tiene un lado positivo porque es liberadora. Y lo es cuando la vida se vuelve indigna por el sufrimiento, por la limitación, por la frustración de no realizar lo que cotidianamente se realizaba. Entonces, la única solución es apartarse del presente cuando la voluntad de luchar claudicó, y esta claudicación no está sujeta a valoración ni como positiva (valentía) ni como negativa (cobardía).Es sencillamente una decisión tomada, pensada y sentida en medio de un tiempo y contexto determinado.
la muerte La muerte protege – aunque sea muy difícil de admitirlo – a quienes amamos para que no sufran (y lo expreso en tiempo presente porque aún a la distancia seguimos amando a la persona que se fue con la misma intensidad como si estuviese, hoy mismo, a nuestro lado). La muerte la aleja de nosotros pero nos la guarda, la arrancha de nuestras vidas pero para conservarla para cuando - para los que creen que existe una vida nueva después de la muerte – nos reencontremos con ella verla lozana, intacta, sin marcas.

La muerte nos iguala a todos pero ¿qué es la muerte? Si todavía no sabemos lo que es la vida, ¿cómo puede inquietarnos conocer la esencia de la muerte? No basta con pensar en la muerte, sino que se le debe tener siempre delante. Entonces la vida se hace más solemne, más importante, más fecunda y alegre. La muerte es un privilegio pues solo la podemos tener una vez en la vida. Al final no se le disfruta pero tampoco le temeremos. Conviene vivir considerando que se ha de morir; la muerte siempre es buena; parece mala a veces porque es malo a veces el que muere.

EPILOGO:
 la muerte
¿Cómo llenar el vacío que provoca la ausencia?, tal vez con lágrimas y con pena, con muchas lágrimas y tristeza. Llorando, llorando, llorando hasta que las lágrimas sequen. Con el grito en la garganta, con el pecho agitado por momentos y enmudecido en otros y con los ojos cerrados que no hablan. Me vuelvo a preguntar ¿cómo llenar el vacío que provoca la ausencia? Con los recuerdos buenos, los alegres, los gratos, los que aflojan una sonrisa en nuestros labios, los que nos permiten sentirnos orgullosos de haber compartido con esa persona mucho o poco tiempo.

Y en realidad la muerte no significa nada para nosotros, porque mientras vivimos no existe, y cuando está presente nosotros ya no existimos. Obviamente, a la mayor parte de nosotros nos es indiferente la muerte de la mayor parte de las personas. Únicamente cuando lo vemos en las noticias con bastante crudeza o muere alguien cercano tomamos conciencia de lo que es.

ÁLVARO GARCÍA


Este texto está dedicado a usted señora Elvisa, mujer ejemplar, que un día se marchó pero que sigue muy presente en mis recuerdos.

Viernes 18 de Mayo 2012




1 comentario:

  1. Gracias mi amor, se cuanto querías a mi mami y cuanto sientes su partida también, más que un escrito, este pensar y analizar en blanco y negro abre tantas posibilidades de interpretación, pero además me recuerda cuanto te admiro y porqué me enamoré de ti. Gracias!!

    Gracias mi amor, gracias por este tiempo de reflexión; para mí, lo ves día a día, es una lucha constante entre acostumbrarme y resignarme, extrañarla o hacer de cuenta que sigue aquí de alguna forma... la suma de todo, la búsqueda de una mejor estrategia, el intento de no hacer nada... no lo sé.

    Lo único que tengo claro es que no podría hallar la calma para continuar, para escribir si no estuvieras tú a mi lado. Este momento tan duro ha sido respirable gracias a ti,
    TE AMO MI VIDA♥♥♥

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