EL PRIMER MES
Nunca el cielo fue tan gris como hoy, a pocas horas de cumplir 30 días sin mirarnos, sin oír la voz de quien me acompañó toda la vida. De pronto oigo al cielo plano abrir un remolino de silencios sordos. Vives en mi corazón es cierto pero eventualmente me gustaría sentir tu mirada.
No estoy mal ni muriendo como lo anunciaba 10 o 15 años atrás cuando profetizaba mi muerte después de la tuya ¿me convenías más viva? POR SUPUESTO, sin dudarlo. Jamás sentiré esa certeza de que algún otro me aguantará los berrinches ni pataletas como tú, y sin que su amor descienda un centímetro de largo. Te extraño.
Tengo un hueco en el corazón una pena de pensar en mí sin ti, he vuelto a ser egoísta, no tengo pena por ti, sé que estás bien, tengo lástima de mí sin la gran persona que me sostuvo el alma durante tanto tiempo, te amo con todo mi corazón como siempre, es solo nostalgia, ya no peleo con tu ausencia, creo que me estoy resignando. Eso sí, no tengo planes de dejar de quejarme por improductivo que esto resulte, sorry mami pero mi inmadurez aprovechó que no estabas para volver.
Lamento mucho pensar en cuánto invertiste en mí para que tenga una especialidad que más que permitirme ganarme la vida, me ayude enfrentar los embates del destino, o cualquier palabrería que me hable de afrontamiento ¡piña, piña y piña! No quiero saber nada de psicología ni de duelos saludables, me interesa un reverendo pepino todo lo que intentan decirme que tenga el más mínimo tufillo de salud mental… tampoco quiero escuchar nada de religión, ni de consuelos ni demás charlatanería: NOOOO QUIERO QUE ME CONSUELEN!!!
Quiero ser ilógica, quiero llorar hasta que me revienten los ojos, gritar mi rabia hasta que me escuches donde quiera que estés...
