CRÓNICA DE UNA PARTIDA ANUNCIADA
Me hubiera gustado que no estuvieras tan lejos cuando supiste de tu enfermedad, en realidad solo me hubiera gustado estar contigo, que no estuvieras sola, acompañarte más tiempo, estar a tu lado personalmente y no solo con mis oraciones. Ahora estás conmigo y sin embargo ayer, con todo mi amor de hija te di permiso para irte y tuve la certeza que pronto lo harías. Salgo de casa temprano sintiendo que el suelo que piso es blando y se hunde, que el cielo me pesa y aplasta, que mis palabras tienen eco y que hay una densa neblina que no me deja escuchar con claridad porque se mete en mis oídos, el aire entra con dificultad, me es muy difícil respirar y desde mi garganta que imagino ocupada con una maraña de pelos que me ahoga y casi no me deja hablar les cuento mi dolor, “¿estás preparada?” escuché, “No se puede, nunca voy a estar preparada, no quiero. Y ya me tengo que ir, quiero ver a mi mamá” contesté con una voz tan rasposa que clarito sentí que me desgarraba por dentro.
En la mañana bromeamos, nos besamos, nos despedimos, te quiero, vengo temprano te dije “yo también hijita, no te demores” contestaste y no tardé, volví antes de lo pensado, necesitaba estar a tu lado, verte, no sé!
Pero llegué y te habías ido ¿qué pasó?, no entiendo. No me mirabas, me oías y no contestabas ¿qué está pasando?, te toco y tu piel está tibia, tu pulso descontrolado “mami mírame” y no quieres, tus ojos están vidriosos y tu pupila es un pozo profundo que encierra todo pero en el que no se puede entrar "mami mírame" no entiendo nada. "Hace 15 minutos me mando a desayunar", "hace 5 minutos estábamos bromeando" entonces qué pasó?? Mami mírame por favor.
Estamos juntas de nuevo, intento reanudar nuestra vida en el punto donde nos quedamos la última vez: Tienes miedo, ¿de qué? De todo, de la situación “NO” me respondes con firmeza y busco la verdad en el fondo de tus aclarados y brillantes ojos que no me dicen nada, ¿vas a dormir, quieres? “SI”, Ya, te quiero mucho “Yo también hijita” “mami mírame” “Ya hijita” pero no me miras, tu amor me habla con su repertorio habitual de respuestas pero tú ya no estás…
Estás durmiendo y yo a tu lado, junto a ti quienes te quieren van y vienen en silencio, y desde el otro lado del mundo con el corazón apretado y a la distancia, el otro 50% de tu amor también está contigo, hoy día más juntas que nunca... Duermes, dicen que escuchas y les quiero creer “mami mírame” pero no abres los ojos.
Es de noche y pareciera que el tiempo retrocedió a otras épocas en las que solo estábamos los cuatro y Lily, pero no es así y te lloro sin disimulo, duermes y lloro tu partida en tus hombros mientras me despido, es la primera vez que no me consuelas estando tan cerca, ¿significa que así será a partir de ahora? “mami estoy llorando nuestra despedida y no te despiertas a decir chau”. Al otro lado del mundo ya es de día pero tu 50% vive una profunda noche de dolor. Te miro de nuevo, te toco el pecho y siento tu corazón latir despacito y le digo a Dios en secreto que si no se ha dado cuenta, todavía tiene una oportunidad que no la desaproveche, se supone que “mientras hay vida hay esperanza, no?” ¿Por qué no?
Amanecimos y creo que el Dios de todos no es el nuestro, si fuera así otra sería la historia, pero tu corazón late… nada está dicho aún o sí? La gente empieza a venir de nuevo y yo a tu lado me duermo contigo. Me despierto, no sé cuánto tiempo ha pasado, te miro, estás aún, te beso, te toco, estás caliente, te miro, te acaricio, te vuelvo a besar, te miro otra vez, sigues durmiendo pero algo cambió ¿o no? Algo no está igual ¿qué pasó? “mami mírame”, mami,mami, mami…
Mi mamá se fue, intento conectarme con la realidad para despedirme pero hay mucha interferencia, su silencio me grita, mis pensamientos se callan, mi dolor se adueña de todo, mi fe partida en mil partículas se esconde avergonzada, pierdo el hilo con el que solía unir las palabras debe ser por eso que hasta ahora no las recuerdo… pasa el tiempo, no sé cuánto y su cuerpo sigue ahí, está igualita o tal vez mejor, su piel sigue tersa, su color no se ha ido y su calor tampoco la ha abandonado, solo ella no está, se fue seguro persiguiendo su mirada que nunca más me verá, que nunca más veré mirarme.
Sabía que sucedería y te lloré toda la noche mientras me despedía y te daba ánimos para partir, sabía que llegaría el momento y te dejé ir… te juré que estaría bien, te di permiso para que te fueras pero sabes qué? Siempre creí que no lo harías…
No puedo admirarlo por que se que no es literatura si no puro sentimiento y ponerse a elogiar el estilo es quitarle la esencia de lo vivido.
ResponderEliminarPero Carajo.....me has arrastrado por la noche de tu calvario y en 7 minutos me hiciste comprender que no todos nos resignamos a dejar partir lo que queremos, que Dios hace cosas buenas...pero tambien es estricto con los horarios y no necesariamente nos tiene que hacer el favor..aun asi siempre le rogamos por el favor siguiente, cuando nos niega el pimero...he comprendido que no estoy listo para dejar ir a quienes amo en vida y que prefiero irme yo primero, por que yo si creo en que regresare y los demas tambien lo van a creer...en fin, celebro que lo hayas compartido y creeme no si se esto pasara...para que mentirte...ese dolor existe...esperemos que el sufrimiento sea un opcion.... "andamos penitentes en la misma procesion cargando la imagen que nos quedo de consuelo....", te estimo de manera sincera.
Liana , me has transportado a tu inmenso dolor , tube la suerte de conocerla y tomarle cariño en muy poco tiempo , comprendo tu dolor , pero piensa en todo lo hermoso que has tenido todo ese inmenso amor y piensa que siempre esta a tu lado , tu no la ves , pero ella esta , quisas algunas beses siemtas una brisa en tu cara , son sus manos acarisiandote , no llores mas , estoy segura que a ella no le gustaria verte llorar tanto , sigue amandola y que todo lo bueno y hermoso te haga sentirla mas serca
ResponderEliminarTe admiro y te e tomado cariño a traves de nuestra correspondencia ,sigue escribiendo , pero ahora haslo con las cosas alegres que compartieron eso ayudara a llebar tu dolor y acercarte mas a ella
Un abrazo con todo cariño Cristina
Muchísimas gracias por los comentarios, escribir para mí es terapeútico y me ayuda a elaborar este proceso que probablemente será muy largo y variable... sim embargo no espero dejar de sentir el dolor de su ausencia, aspiro solo poder acostumbrarme a ella.
ResponderEliminarYo también estoy convencida que aquí no termina nada, por el contrario se que la existencia nuestra va más allá de lo tangible y que nos encontraremos de nuevo formando lazos tan o más íntimos que este; pero hoy yo necesito drenar mis heridas y creo que lo estoy logrando por este medio. Ayer Dios me dio un regalo adelantado de cumpleaños maravilloso que es lo que vine pidiendo desde que me despedí: y es que nuestro amor adopte nuevas formas... pero esa es otra historia que espero tener el tiempo de contar.
Muchas gracias y abrazos a los dos, yo también los llevo en mi corazón ♥♥♥
He llorado mucho con este post... no puedo decir más, me pasó lo mismo, la veía echada en la cama del hospital, su piel todavía tibia, la tomé de la mano y ella pareció cerrarla agarrando la mía, le rogaba a dios un milagro, y luego lloré en su hombro creyendo que despertaría y me diría "ya no llores hijo" estoy bien, pero nada, dios ( si de verdad existe) me ignoró por completo.
ResponderEliminarMirko! yo te leo y lloro también porque sé bien lo que se siente.
ResponderEliminarNo hay palabras mágicas de alivio, solo te puedo asegurar que te entiendo perfectamente, te leo y siento nuevamente esa bola de pelos en la garganta que aparece de vez en cuando sorprendiéndome cuando caigo en la cuenta que esta vida que vivo era increíble hace dos años... hace dos años mi mami aprendía a bucear en Sydney y ahora no está y lo que es peor no volverá.
El día anterior a su agonía renuncie a mi egoísmo de hija y le clamé a Dios que se la llevara, le rogué:
"Así no, así no me la tengas... ella no se lo merece, si va a estar aquí CURALA!!! y si no, tenla tú, cuídala tú... pero no me la dejes así. No es justo para ella..."
Nunca pensé que me estaba escuchando, si lo estaba haciendo. Aún no sé si arrepentirme o no, como hija hubiera agradecido cada día y cada día la habría amado más, pero en verdad... eso no era vida para ella vida y a veces uno debe priorizar lo que es mejor para quienes amamos y dejar a un costado nuestro egoísmo propio del inmenso amor que sentimos por ellas.
Recuerdo cuando sentada en la cama me decía "que duro es esto Iliana", "veo la vida pasar por encima de mí, esto no es vida" y yo solo atinaba a recordarle "pero nosotras somos fuertes" y chocábamos nuestros puños tratando de sonreír.